Colombia: un destino de todo, menos descafeinado
Como un espresso doble del café colombiano más puro. Intenso, sabroso y auténtico. Colombia tiene la cafeína de las capitales más cosmopolitas del globo, el sabor intenso de cualquier paisaje imponente y el aroma de un país lleno de cultura. Un país con un antes y un después que se ha convertido en uno de los mejores destinos sudamericanos.
Su esencia te conquistará desde tu llegada a Bogotá. Primera parada de tu viaje a medida y un imprescindible para entender toda la transición que ha experimentado Colombia en una ruta que hemos diseñado desde TANDEM Luxury Travel.
Bogotá, la belleza del caos
Capital de Colombia, Bogotá es vida, ocio, cultura y arte. Una ciudad que se ha reinventado y que ha sabido mantener su espíritu y a su vez convertirse en una de las ciudades más acogedoras del continente sudamericano. Conocida como la Atenas de Sudamérica, entenderás en tus primeros paseos por sus calles por qué recibió tal apodo.
Callejear por Bogotá es sinónimo de viaje al pasado. Una ciudad llena de riqueza arquitectónica y artística donde puedes empaparte de su cultura en cada esquina. El tráfico es un caos absoluto, pero en el ajetreo de una urbe con ocho millones de habitantes, la magia se esconde en los barrios más auténticos.
Y no hay mejor lugar que empezar por La Candelaria. Un museo al aire libre. El arte urbano del siglo XXI decora cada esquina, especialmente en el Callejón del Embudo y la plaza Chorro de Quevedo. La Candelaria es el centro histórico de la ciudad donde los edificios del siglo XVII y XVIII conviven con el arte urbano actual en perfecta armonía.
Y si de arte se trata, te faltarán días. Desde la Plaza de Bolívar, pasando por La Catedral, La Capilla del Sagrario, El Capitolio, El Palacio de Justicia y terminando en el Edificio Liévano. Todo bajo un aire colonial que decora la Bogotá más moderna. Un contraste absoluto que también puedes experimentar en el mejor hotel de la ciudad. El Four Seasons Bogotá, un hotel de elegancia exquisita rodeado de animación urbana para que puedas descubrir las dos caras de la ciudad en una simbiosis perfecta.
Y si el encanto está en sus calles, solo mejora desde las alturas. Prepara calzado cómodo, porque Bogotá no se entiende hasta que no te cautiva desde lo más alto. La ascensión al Cerro de Montserrate es obligatoria. A 3.100 kilómetros de altura, es una de las vistas panorámicas más cotizadas de todo el continente.
Medellín, el arte de renacer
La segunda parada y el lugar donde verdaderamente acabarás con el prejuicio que algunos tienen de Colombia. Medellín es el ejemplo perfecto de transformación. De una urbe en decadencia y una de las más peligrosas del país, a convertirse en una de las capitales económicas de Colombia.
Secuestrada por el narcotráfico durante décadas, las inversiones económicas y las mejoras en infraestructuras han permitido a la ciudad crecer y ofrecer a toda su población nuevas oportunidades.
Una oportunidad que no han dejado escapar. Desde el corazón del centro histórico en la plaza Botero, –una galería de arte al aire libre– hasta el parque de Berrio, considerado el alma de Medellín, la ciudad se ha convertido en una fiesta constante hacia un mejor futuro. Ninguna esquina de la ciudad olvida los duros años que se vivieron bajo la sombra del narcotráfico y Pablo Escobar y ese recuerdo es la motivación de los locales para no volver a la decadencia.
La Comuna 13, uno de los barrios más conflictivos años atrás, es hoy un reclamo turístico para entender qué sucedió en sus calles. Las pistolas han dejado paso a los botes de spray donde el arte urbano rememora las dificultades y el cambio que vive su sociedad. El Poblado, el barrio más hipster de todo Medellín, es otra de las visitas obligatorias. Una ciudad con mucho encanto al que se le suma un acento nativo de la zona que te enamorará.
Cartagena de Indias, amor a primera vista
Desde TANDEM Luxury Travel queremos que según tu viaje avanza, no quieras terminarlo. Y esa sensación acabará de eclosionar cuando llegues a Cartagena de Indias. Sin duda, la ciudad más bonita de todo Colombia.
Apodada como la ciudad Heroica, rodeada de murallas, Cartagena tiene una esencia distinta al resto del país. Distintas murallas suman un total de 11 kilómetros de piedra que dieron cobijo y protección a la ciudad costera con más historia del país.
Construida en el siglo XVI por necesidad, dados los constantes ataques piratas, sus playas han sido testigo de infinidad de enfrentamientos. La Plaza de los Coches es junto a la Torre del Reloj, la puerta de entrada a la ciudad y una de las plazas más bonitas que visitar en Cartagena de Indias.
Pero no todo está dentro de las murallas. Getsemaní, es el barrio más auténtico y pintoresco de la ciudad donde se encuentra la verdadera esencia de Colombia. Color, vida, ocio callejero y local. Su arquitectura desprende un aroma colonial lleno de color que se ha mantenido intacto con el paso de los años y que también se traslada al Hotel Santa Clara. Ubicado en el centro histórico de la ciudad, el mimo por el lujo y el detalle dan vida a una casa única en un entorno privilegiado.
La brisa de la costa
Bogotá, Medellín, Cartagena de Indias y, finalmente, Isla Barú. Tras un viaje por el interior del país, no hay nada como acabar tu viaje a medida en la costa. Esa brisa de aire fresco que se inicia en Cartagena de Indias y termina en Isla Barú. Es la prolongación de la ciudad pero con la paz y tranquilidad que ofrecen sus playas en un ecosistema único.
Isla Barú es un templo de naturaleza y playa pero en realidad es una península. Ofrece todas las actividades de un destino de playa de aguas cristalinas –kitesurf, moto acuática, pesca, velero, snorkeling– donde podrás cerrar tu idilio con Colombia bajo la calma que ofrecen sus aguas.
Un ecosistema excepcional para el que recomendamos el Hotel Las Islas, un complejo ubicado en la arena blanca y frente a las aguas turquesas. Todo en una estancia ecosostenible. Naturaleza en estado puro donde los bungalows son parte del decorado de la selva con todo lujo de detalles.
Un viaje único, como el café de Colombia. Intenso, sorprendente e incomparable.
