Islas Secas, lo más parecido al paraíso en la tierra
Todavía existen rincones de nuestro mundo donde poder vivir una auténtica experiencia de isla privada: relajarse, recargarse, reiniciarse….y sobre todo, disfrutar.
Allí donde se fusionan la naturaleza oceánica en estado puro y el lujo sostenible, donde viajar es vivir una aventura a cada instante, las Islas Secas son lo más parecido al paraíso en la tierra.
La incomparable experiencia panameña empieza a nuestra llegada al aeropuerto de Panamá, por supuesto con el certificado de COVD-19 negativo, y donde seremos recibidos por el personal de Islas Secas, quienes nos ayudarán con los trámites de inmigración y con nuestro camino hacia el paraíso.
Podemos optar por dos vías para llegar a las Islas Secas:
a) A bordo de una avioneta privada desde el mismo aeropuerto de Panamá, y tras poco más de una hora de vuelo, tomar tierra en nuestro destino.
b) O bien, con un vuelo doméstico hasta la localidad de David, donde el staff de Islas Secas nos estará esperando para acercarnos al embarcadero y navegar rumbo a nuestro destino durante aproximadamente una hora y media.
En cuanto ponemos un pie en Islas Secas, nos desbordan sentimientos de euforia a cada paso, nos invade una sensación de escapar de lo ordinario y experimentar de cerca las maravillas de la naturaleza. Las islas privadas son nuestras para explorar y conectar con la belleza natural que nos rodea. Hemos llegado a un lujoso santuario envueltos por los sonidos y la belleza de la jungla y rodeados del intenso azul de del Océano Pacífico…¡El paraíso!
Una isla privada acoge las siete Casitas, auténticas villas de lujo que forman el exclusivo alojamiento. Estas villas se distribuyen en áreas aisladas dentro de la isla principal y cuentan con su propia piscina bajo un encantador techo de paja, comedor y ducha al aire libre…y la vegetación que nos rodea aporta la privacidad necesaria.
Cuando regresamos de las exploraciones diarias, nos espera nuestro propio santuario privado de confort moderno y lujo natural. Las Casitas están situadas en jardines tropicales con impresionantes vistas, brindando a quienes tienen la fortuna de poder disfrutarlas, total privacidad e intimidad en todo momento. Nos ponemos cómodos, respiramos profundo y…qué momento de relajación absoluta con las increíbles vistas del mar.
Casitas de una, dos o cuatro habitaciones, para los más románticos, para familias o para grupos de amigos. Todas las casitas lujosamente decoradas y cuidadas al detalle, con mucho espacio para relajarse y aprovechar al máximo los espacios al aire libre y disfrutar de la piscina después de un día de entero aventura.
Mención especial merece la gastronomía que podemos disfrutar. Nos deleitarán con platos recién hechos y deliciosos, así como con cenas del mar-a-la-mesa con los mejores ingredientes locales y un verdadero sabor de Panamá. Desayuno, almuerzo y cena son servidos a la carta todos los días, y además si lo preferimos, incluyen picnics en la playa y barbacoas.
También podremos disfrutar, sin coste adicional, de la mayoría de las bebidas, incluidos refrescos, cervezas, vinos de la casa y licores. Las bebidas premiun están disponibles a un costo adicional.
Y para esas ocasiones especiales, en familia o con un grupo de amigos, también es posible disfrutar de las comodidades y encanto de este paraíso con un máximo de 24 personas.
Disfrutar de la playa privada de la isla principal, o bien conocer alguna de las múltiples playas de las 14 islas: nuestro guía cuidará todos los detalles para la preparación de una excursión inolvidable.
Comenzar un día lleno de aventuras a la hora que queremos y terminarlo cuando decidamos. La arena, las palmeras y las olas serán solo para nosotros…¿no es lo más parecido al paraíso?
Además tendremos a tu disposición un equipo de esnórquel, kayaks, y un delicioso almuerzo de picnic para aprovechar al máximo nuestro día privado en la playa.
Islas Secas comparte un espíritu de aventura y exploración con sus huéspedes, brindándoles experiencias de primer nivel que conectan con la belleza natural y la abundancia ecológica de la salvaje costa del Pacífico de Panamá.
El 75% del archipiélago está sin desarrollar y el alojamiento se conserva al 100% alimentado por energía natural, creando un modelo de turismo sostenible, combinando experiencias inolvidables y lujo natural con una fuerte ética de gestión ambiental y apoyo comunitario.
